domingo, 30 de agosto de 2009

Página 12, Dueños en el CCRojas

PÁGINA 12 - Lunes 17 de agosto de 2009

LA ARTESANIA COMO EJEMPLO DE CULTURA
La artesanía como ejemplo de cultura
Interesado en la ritualidad del culto africanista de la kimbanda, Juan Batalla juntó obras de varios artistas argentinos y uruguayos en una exhibición que mira más allá de los cánones habituales del arte y que complementa un libro de Arte Brujo.

Hablar de lo instituido no es referirse necesariamente a las instituciones que muchos discursos implícitamente señalan como únicas, las tradicionales, que son entre las que se tejen las relaciones de poder, mas tampoco a las secundadas por la Modernidad. Lo latente es, en realidad, el reconocimiento de los individuos sobre un conjunto de prácticas que tiene más o menos ciertas características propias. En una galería de arte, por ejemplo, se esperan hallar obras de arte, sean pinturas, esculturas, fotografías o –desde Marcel Duchamp– mingitorios. Pero nadie se pondría a contemplar con verdadero ojo crítico un Gauchito Gil en una santería de San Telmo. Entra aquí la irresuelta discusión del tope que tienen las llamadas artesanías: una estatuilla, rodeada de tantas otras, si no iguales, parecidas, no es considerada una producción artística ad hoc. ¿Pero qué sucedería si a alguien se le ocurriese hacer una exposición en la que ese Gauchito estuviera a la par de una escultura? Combinando esa inquietud y su interés por la ritualidad del culto africanista de la kimbanda, Juan Batalla juntó obras de varios artistas argentinos y uruguayos en Dueños de la encrucijada, estéticas de Exú y Pompa Gira en el Río de la Plata, que se exhibirá hasta el 30 de agosto en el Centro Cultural Ricardo Rojas (Av. Corrientes 2038) de lunes a sábados de 8 a 20, con entrada libre y gratuita.

En rigor, la muestra es el corolario del libro epónimo publicado el año pasado por la editorial Arte Brujo, que Batalla y el artista plástico Dany Barreto dirigen hace seis. “La intención no es ironizar sobre los cultos africanistas ni ninguna religión popular. La idea es mostrar arte donde otros no la ven. Muchos de los mismos religiosos que fabrican los objetos que están en la muestra no ven el arte que producen sino que lo viven como ritualidad. Entonces, Dueños de la encrucijada pone a esos objetos en situación de arte, en un libro y en la muestra”, explica el curador durante la charla con Página/12, acompañado por Barreto y el fotógrafo Guillermo Srodek Hart, que en la muestra participa con instantáneas de algunos altares de templos kimbanda de Villa Devoto, San Martín y Montevideo. El resto de los artistas que prestaron sus obras a la causa son Marcelo Bordese, Nora Correas, León Ferrari, Angela López Ruiz, Diego Perrotta (cuya muestra personal se exhibe en el Centro Cultural Recoleta), Nico Sara, Melina Scumburdis, Gustavo Tabares, Anabel Vanoni, Margaret Whyte y Guillermo Zabaleta, cada cual bajo la impronta de su estilo, escuela y cercanía a la temática: puestas sus producciones a dialogar, les dan a los pasillos del Rojas un halo entre barroco y kitsch. “Por un lado existen artistas contemporáneos de la Argentina y Uruguay que están dentro de los cultos. Por el otro hay personas que, por algún motivo, se contagiaron de la iconografía y la incorporaron a su trabajo. Y hay unos terceros, que son los que, sin buscarlo específicamente, utilizan la simbología”, puntualiza Batalla, no sin contemplar, claro, las obras de los sacerdotes de algunos de los edificios sagrados que visitaron para escribir el libro: los “fierros”, que un vistazo fugaz confunde con candelabros pero son, en realidad, figuras representativas de los espíritus, y las estatuillas de yeso regulares.

–¿Cómo idearon el paquete literario-plástico que devino en Dueños de la encrucijada?

Juan Batalla: –Tiene que ver con mis intereses personales. Siempre estuve ligado al cruce del arte y la ritualidad, es mi terreno específico. Y en cuanto a la kimbanda y al culto de Exú, es un campo de estudio al que le dediqué años. Cuando observé que había un aspecto de la religiosidad afro que en Uruguay y la Argentina se daba con ciertas características locales, compartidas también con el sur de Brasil, me gustó destacarlo. Queríamos mostrar a los religiosos como artistas que hacen instalaciones, de algún modo.

–¿Qué son Exú y Pompa Gira en el culto de la kimbanda?

Dany Barreto: –Exú y Pompa Gira son dos espíritus de la kimbanda, que proviene del culto africano de la umbanda, pero es más bien una creación del sur de América. Aquí tiene una estética muy particular: los que asisten a los templos se visten de gitanos, cantan en portuñol y con tambores canciones africanas, y entran en trance con Exú y Pompa Gira, que intermedian entre los dioses y los humanos. Por eso se les hacen ceremonias, pedidos y ofrendas.

J. B.: –Se les rinde culto. Están ligados a la transgresión y habitan en los cruces de caminos, en los lugares de conflicto, en los momentos de quiebre. Como son espíritus de personas que vivieron en otros tiempos, se los representa como prostitutas o cafishios, personajes “malos” dentro de una picaresca local.

–Uno de los estigmas que ronda a este culto es la clausura. ¿Cómo se vincularon con los templos y lograron la confianza para observar los rituales y participar de ellos sin restricciones?

D. B.: –Trabajamos siempre en temas vinculados con lo religioso, aparte de hacer otras cosas. Y, por suerte, tenemos muchos amigos antropólogos que nos recomendaron y nos abrieron las puertas de los templos. Ibamos y decíamos: “Venimos de parte de...”, y ya era totalmente distinto. Nos permitieron sacar fotos y nos mostraron mucho más de lo que hubiéramos logrado yendo solos. Claro que si no te conocen se hace muy difícil.

J. B.: –Además les dimos nuestra palabra de que la intención no era ironizar sobre los cultos africanistas, ni sobre ninguna religión popular. La idea es mostrar arte donde otros no la ven.

D. B.: –Hay varios pai (sacerdotes) que sí se dan cuenta de que la ceremonia es totalmente artística, pero hay otros que no la conciben de esa forma. Nosotros lo rescatamos como arte.

Y aquí “rescatar” no es en tanto “robar” ni “pedir prestado”. En su mayoría son obras que remiten a la simbología kimbanda, pero que fueron realizadas por artistas plásticos antes de que el proyecto existiese. Además de las fotos de los altares, algunas de las piezas que componen la muestra son S/T, acrílico sobre tela realizado por Nico Sara, que muestra una mano haciendo cuernitos con los dedos índice y meñique, como hacen los religiosos de la kimbanda durante el trance de los bailes; Quién la tiene más larga, un enorme y llamativo monumento fálico de cera y acero inoxidable realizado por Nora Correas y que es “el eje de la exposición”, cuenta Batalla; una Pompa Gira de yeso policromado, de las que se pueden encontrar en las santerías, que es curiosamente una réplica de la Venus, de Sandro Botticelli, salvo que pintada de rojo, pues “encontraron reflejadas en esa pintura todas las cualidades de la diosa. Es algo así como un ‘sincretismo pop’”, reflexiona Srodek Hart. Infierno es una jaula con santos y diablos realizada por León Ferrari para su serie Ideas para infiernos; y una escultura creada por Dany Barreto, que tomó como modelo a su mascota: “La perra aparece como sagrada, primero porque es La Murciélaga, mi perra (risas)... En realidad, porque siempre me llamó la atención que en culturas antiguas, como la egipcia o la china, adoraran a los animales”.

–¿Cómo son los rituales de los kimbanda? ¿En qué se nota que se trata de un culto que proviene de Africa?

D. B.: –Se nota más en Uruguay, donde hay más negros. Acá no lo veo como algo africano. Es gente de barrio la que participa y no te das cuenta de que es un rito africano. Es como si fueras a la iglesia católica, salvo que con una estética distinta. Yo estudiaba teatro y empecé a ver las ceremonias como obras, porque tienen música, escenografía, vestuario y es un ritual perfecto. Después me enganché un poco más y empecé a hacer consultas: si de repente tenía un problema, hablaba con el pai que quisiera, con naturalidad y respeto. Hay mucha gente que es de otra religión, pero la compatibiliza con ésta.

J. B.: –Existe la magia y eso es una diferencia con otras religiones. Para los kimbanda, el deseo está bien visto, está expresando algo de tu interior y está bien que se manifieste. Y recurren a la magia para que ese deseo suceda en la Tierra.

–Ellos lo llamarán magia, pero desde otros sectores insisten en que es brujería...

J. B.: –Eso le da un halo de oscuridad. También persiste el prejuicio cultural y racial con respecto a la negritud y los estereotipos de inferioridad.

D. B.: –Usan muchas ofrendas de comida, ropa y velas, que nosotros vemos súper artísticas: son como instalaciones en la esquina. Lo que pasa es que la gente se cruza con un plato con pochoclos y una vela roja y ya piensa que es magia negra, aunque en realidad no sea más que una ofrenda por un pedido de trabajo o salud. Lo que sucede es que no están acostumbrados a verlo dentro de esos márgenes.

Informe: Facundo Gari.

Diario Crítica, Dueños en el CCRojas

CRÍTICA de la argentina

Culturas / Edición Impresa
MUESTRA DUEÑOS DE LA ENCRUCIJADA
Las artes del culto africanista
12.08.2009

Artistas argentinos y uruguayos exhiben en el Centro Cultural Rojas una muestra dedicada al culto africanista Exú y Pomba Gira, que “en medio del desconocimiento, florece a la vuelta de la casa de cada uno”. Lo dice la invitación a Dueños de la encrucijada, que incluye fotografías, pinturas, objetos, videos y performances de Dany Barreto, Marcelo Bordese, Nora Correas, León Ferrari, Ángela López Ruiz, Diego Perrotta, Nico Sara, Melina Scumburdis, Gustavo Tabares, Anabel Vanoni, Margaret Whyte y Guillermo Zabaleta.

“Exú y Pomba Gira –escribió Juan Batalla, el curador– son entidades espirituales celebradas en cultos de raíz africana, un aspecto de la cultura regional largamente invisibilizado que entre la incomprensión y el descrédito sigue creciendo a espaldas de todos”.

Para Batalla, “existe en este punto una identidad en común muy marcada entre Buenos Aires y Montevideo, abonada por constantes intercambios, viajes e influencias entre sí de religiosos, que mayormente reconocen como fuente histórica a Porto Alegre y otras ciudades de Brasil”.

La muestra también se propone resaltar “el papel de algunos religiosos africanistas como performers”. En Corrientes 2038, de lunes a viernes, de 8 a 20, hasta el 30 de este mes, gratis.

Telam, Dueños en el CCRojas

2009-08-14 00:00:00
Nota correspondiente a la publicación del día Viernes de 14 de Agosto de 2009

CULTURA

Una muestra sobre Exú y la Pomba Gira en el Río de la Plata


Se trata de "Dueños de la encrucijada", que reúne instalaciones, videos, pinturas, fotografías, esculturas y objetos rituales, entre otros. Se podrá visitar hasta fines de agosto en el porteño Centro Cultural Ricardo Rojas.

Dolores Pruneda Paz

Instalaciones, videos, pinturas, fotografías, esculturas, objetos rituales y de diseño dan forma "Dueños de la encrucijada", la muestra que desarrolla las estéticas de las divinidades Exú y Pomba Gira en el río de La Plata y que hasta fines de agosto puede verse en el porteño Centro Cultural Ricardo Rojas.

"Dueños de la encrucijada" exhibe el arte propio de la ritualidad que generalmente suele estar por fuera de los espacios de arte o, dicho de otra manera, el contexto ritual y filosófico que subyace detrás de las formas artísticas.

Focalizada en el culto a Exú y Pomba Gira -espíritus masculino y femenino de los cultos africanistas del sur de Brasil, Argentina y Uruguay donde hay una marcada identidad común- esta exhibición pone de relieve las particularidades compartidas por Montevideo y Buenos Aires.

La exposición -montada en el Espacio de Artes Visuales del edificio de Corrintes 2038- se encuentra en el límite entre el arte y la antropología, donde el curador Juan Batalla ubica "la veta que permite generar una nueva mirada sobre la ritualidad y lo artístico".

"Exú y Pomba Gira son los dioses que gobiernan los cruces de fuerzas, situaciones y conflictos, y es a ellos a quienes recurren los seguidores de esos cultos africanistas en las encrucijadas de la vida", explica a Télam Batalla.

Hay algo más: esto tiene su correlato en la realidad material o geográfica. Muchas veces se invoca u ofrenda a Exú en el cruce de dos calles, "la encrucijada", resume este estudioso del arte africano y afro-latinoamericano.

Centralizar la atención en estas dos divinidades "es como si hiciéramos un arbitrario recorte del panteón de dioses griegos y nos acotásemos a observar el culto a Dionisio, independizado del resto de los dioses", asegura el curador.

Los artistas que se presentan aquí son de origen ecléctico: algunos son practicantes de estos cultos y realizan obra como correlato de sus vida religiosa; y otros fueron influenciados por estéticas umbandistas.

Están los que sin proponérselo manifiestan en su obra ideas o símbolos que sirven a la lectura ritual o antropológica y también los religiosos que se dedican a una carrera artística y hacen arte ritual. Dany Barreto, Marcelo Bordese, Nora Correas, Angela López Ruiz, Diego Perrotta, Nico Sara, Guillermo Srodek Hart, Melina Scumburdis, Gustavo Tabares, Anabel Vanoni, Margaret Whyte y Guillermo Zabaleta son los expositores de esta muestra.

Es en esta diversidad que Batalla proyecta una idea de mezcla, variación y creatividad implícitas en las estéticas de Exú y Pomba Gira.

El curador incluyó en esta muestra una obra de León Ferrari, parte de una serie de explícita crítica al cristianismo que provocó gran polémica hace unos años cuando se exhibió en el porteño Centro Cultural Recoleta. "En varias de estas obras León enfrenta a los personajes del imaginario cristiano -la Virgen, Jesús y los santos- a demonios que los sojuzgan e invierten la condena al infierno que pesaría sobre los pecadores: ahí los condenados son los santos", reseña Batalla.

Para esto Ferrari usó estatuas de Exú compradas en santerías a modo de representaciones del diablo y evidenció así el fenómeno del sincretismo, en este caso: muchas de las entidades a las que se rinde culto en el africanismo tienen un correlato en el panteón cristiano.

¿Cuál es el de Exú? El demonio: "he ahí que sus estatuas tengan forma de demonios y por eso cuando quise antologizar a quiénes trataron la iconografía de Exú en el Río de la Plata, Ferrari resultó ineludible", señala Batalla.

El afroumbandismo ya no refiere a lo afro en un sentido racial o genético -indica el curador- "sino que muestra la pregnancia de una cultura incorporada al tronco de la cultura rioplatense que prodiga generosos frutos".

"Africa puede estar en cualquier barrio marginal, y no me refiero al uso peyorativo que le pueden dar a esta idea en el sentido de la pobreza, hablo de los aspectos enriquecedores que esta cultura tiene para aportar a la sociedad rioplatense contemporánea", concluye.

Argentimes, Dueños en CCRojas

Esta nota se publicó en el períodico quincenal Argentimes, dedicado a personas angloparlantes de paso por Buenos Aires.

"The African Gods of the Río de la Plata" por Kate Stanworth


The melancholic tango melodies and pounding candombe rhythms heard along the Río de la Plata emerged from an historical encounter of cultures: of European immigrants and African slaves. But while many would see the African influence in the region as something from the past, an exhibition at Centro Cultural Ricardo Rojas reveals that a new voodoo-like religion is freshly adapting its Afro derived mythology to the European-style cities of Buenos Aires and Montevideo.
With its mysterious, often sexualised imagery and animated ceremonies, the Umbanda religion arrived in cellars and homes of poorer barrios in the region from Brazil in the 1960s. An offshoot of Brazilian Candomblé, it also shares roots with Voodoo in Haiti and Santaría in Cuba, religions created by African slaves who synthesised different forms of worship from their homelands on arriving in the Americas.
“Umbanda is a religion that is very much in movement,” says show curator Juan Batalla. “It’s still growing and there is a lot of creativity.” Along with fellow artist Dany Barreto, he brought together this exhibition of deities, religious inspired installation art and compelling photos of shrines, called ‘Dueños de la Encrucijada’ (‘Owners of the Crossroads’), which they also made into a book.

Exú and Pomba Gira

The project focuses on the imagery of Kimbanda, the specific type of Umbanda practised here in the Río de la Plata region that revolves around two gods, male ‘Exús’ and female ‘Pomba Giras’. These have many forms, appearing in the exhibition as caped figures that look like Mexican wrestlers, gipsy women, a red snake-headed man and a goddess based on Botticelli’s Venus. They are commonly said to be spirits of people who have had very colourful lives, tells Batalla. “Exús are often thieves, and the Pomba Giras are usually courtesans or prostitutes.”
These spirits are invoked in rituals by initiated followers, who offer them gifts of perfume, alcohol and cigars. “The ceremonies appeal to the senses,” describes Batalla. “There is drumming and singing throughout. People dance and those that are initiated fall into a trance. When the spirits are received by mediums they usually tell something of their story.”
Angela Lopez Ruiz’s video installation shows her partner receiving the spirit of an Exú, with his face contorted and hands making strange grasping gestures, while photos by Guillermo Srodek-Hart capture women in trances spinning in a whirl of opulent red skirts and scarves. Testimonies in the book give an insight into the powerful first experience of receiving a spirit, explaining how the presences are later invited to be compadres or friends, who they consult regarding problems.

The devil?

Umbanda’s embrace of physical pleasure, including plentiful consumption of alcohol and cigarettes during ceremonies, and sexualised imagery like naked Pomba Giras and Exús with large phalluses, appears to clash with Catholic sensibilities. However there is something more obviously startling to the imagination of the region’s dominant faith: the appearance of many Exú figures as red bearded creatures with tails, hooves and tridents, identical to their devil.
Batalla explains that, rather than pointing to devil worship, the imagery comes as a result of the incorporation of Catholic imagery into the mythology, a process known as syncretism. “The gods of Africa took the shells of Christian saints. Some correspond with the Virgin Mary, and Exú corresponded with the devil,” he continues. “In Africa the figure of Exú was originally a phallic symbol with horns. When the Christian missionaries found this they identified it as the devil.”
In the book, anthropologist Alejandro Frigerio explains that the spirits’ association to the Catholic devil also has much to do with their corporality, sensuousness and closeness to the material world. He tells how the Kimbanda followers are divided among those who accept these identifications at face value and the majority who reject them or think of them as purely an ‘inherited folkloric reality’.
Some Afro-Brazilian cults are carrying out a process of ‘re-africanisation’, returning to the original imagery and leaving behind the figures that are currently used for the spirits of Kimbanda. “A decisive argument behind this motion is the necessity to separate from the devilish imagery derived from the syncretism with the Catholic faith,” says Batalla.

Visual Offerings

Photos in the book cover the wide range of interpretations, from the Africanist shrines, with simplified, abstract objects decorated with cowrie shells, to the distinctly Argentine and Uruguayan ones in Srodek-Hart’s extensive series, which even include folklore figures of the region such as Gauchito Gil and San la Muerte.
Common to all the shrines is a meticulous attention to detail. “They must be carefully arranged to the extent that the very success of the whole affair may depend on both the intention and the visual production,” says Batalla. But in each temple, people are guided by what they feel more than a set of hard and fast rules. “There is no body of diffusion saying what is correct or incorrect in their religious vision,” he says. “The religion is not vertical. There is no leader. There are just initiated people that initiate others.”
While the unregulated, creative element of the religion inspired Batalla to study the subject, he also considers that it has attracted criticism. “If I want to start my own space and convince people that I’m going to initiate them, no one’s going to stop me,” he says. “There are those that are not so serious. But on the other hand there are many that practice with much care for those that follow them.” Indeed, despite the controversy, there are more temples all the time in the region, and they are working in a way that is increasingly visible and accepted.
The exhibition brings to the art gallery an intriguing glimpse into a coded world. “The idea of the show is that round the corner from your house there might be something like this that you don’t know about, and perhaps you are badly informed,” considers Batalla. To him, the religion’s unique imagery provides an entry point through which someone who has never experienced Umbanda might begin to relate to it: “More than anything I want to show the beauty,” he says. “There are lots of these altars that are very beautiful, and they have a force.”

The ‘Dueños de la Encrucijada’ exhibition runs from 6th to 30th August, Monday to Saturday from 10am to 8pm, and Sundays from 4pm to 8pm at Centro Cultural Ricardo Rojas, Corrientes 2038, 4954 5521/4954 5523, www.rojas.uba.ar. Free entry. For more information about the book of the same name, look at coleccionartebrujo.blogspot.com

Ramona, Dueños en el CCRojas

¡Cosa `e Mandinga!
por Mercedes Janon

El Rojas está más rojo que nunca. Los dueños de la encrucijada. Estéticas de Exú y Pomba Gira en el Río de la Plata, curada por Juan Batalla, estará hasta el 31 en el C. C. R. R. Rojas.
En una muestra inquietante, el arte rastrea su remoto origen, su raíz mágica, cuando era pura evocación.
Desde el rito plasmado en videoarte o el registro de una performance (López Ruiz, Vanoni y Zabaleta), pasando por lo totémico en Quién la tiene más larga de Correas, hasta la idolatría en Exú la murciélaga de Barreto o el fetichismo en Llaves de Scumburdis, los ancestrales mecanismos se actualizan en las prácticas del arte contemporáneo.
Rodeado por tantos blasfemos que excomulgar, las asociaciones cristianas van a dejar tranquilo a León Ferrari, presente con un modesto Infierno plagado de santos.
Dicen que el verdadero poder del mal radica en que nos olvidemos de que existe. Por suerte, en los días que corren, está el arte para echar un poco de luz sobre el lado oscuro de la humanidad.
Recomendación: portar amuleto protector. Una foto de Pugliese basta.
Por las dudas, ir murmurando entre dientes vade retro.

La Prensa, Dueños de la encrucijada CCRojas

Cultura
YENTE Y LIDY PRATI EN EL MALBA. PRESENCIA DE AFRICA EN EL CENTRO CULTURAL ROJAS
Raíces pioneras, rastros arcaicos
Por Albino Dieguez Videla
30.08.2009 |


Una exposición que pone en valor la producción de dos pioneras de la abstracción en la Argentina: Yente y Lidy Prati, artistas singulares que introdujeron variantes personales al debate sobre la no figuración en nuestro país, abrió sus puertas en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba)
La muestra presenta una selección de más de 170 obras pertenecientes a colecciones públicas y privadas, y plantea los inicios de la abstracción en la Argentina, con piezas de Emilio Pettoruti, Xul Solar y Juan Del Prete. 
Además, dedica dos grandes núcleos a la producción abstracta de Yente (Eugenia Crenovich, 1905-1990) y Prati (Lidia Elena Prati, 1921-2008), con un conjunto de pinturas y obras sobre papel realizadas entre fines de los años 30 y los años 60.
Los trabajos abstractos más antiguos de Yente datan de 1937 y por lo tanto es la primera artista mujer que desarrolló esta tendencia en la Argentina.
Esta muestra -hasta el 5 de octubre en Figueroa Alcorta 3415- presenta unas 70 piezas de la producción abstracta geométrica y libre de Yente (compañera de vida y de lucha artística de Juan Del Prete), entre pinturas, objetos, relieves, obras sobre papel y tapices, producidos entre 1937 y 1960. 
En Figueroa Alcorta 3415.
ESTETICAS DE EXU
Instalaciones, videos, pinturas, fotografías, esculturas, objetos rituales y de diseño dan forma "Dueños de la encrucijada", la muestra que desarrolla las estéticas de las divinidades Exú y Pomba Gira en el Río de la Plata y que hasta fines de agosto puede verse en el porteño centro cultural Rojas.
Focalizada en el culto a Exú y Pomba Gira -espíritus masculino y femenino de los cultos africanistas del sur de Brasil, Argentina y Uruguay donde hay una marcada identidad común- esta exhibición pone de relieve las particularidades compartidas por Montevideo y Buenos Aires.
La exposición -montada en el Espacio de Artes Visuales del Rojas- se encuentra en el límite entre el arte y la antropología, acentuado inteligentemente por el curador Juan Batalla.
Hay algo más: esto tiene su correlato en la realidad material o geográfica. Muchas veces se invoca u ofrenda a Exú en el cruce de dos calles, "la encrucijada", resume este estudioso del arte africano y afro-latinoamericano. 
Centralizar la atención en estas dos divinidades "es como si hiciéramos un arbitrario recorte del panteón de dioses griegos y nos acotásemos a observar el culto a Dionisio, independizado del resto de los dioses", asegura el curador.
Estos artistas que se presentan aquí son de origen ecléctico: algunos son practicantes de estos cultos y realizan obras como correlato de su vida religiosa, y otros fueron influenciados por estéticas umbandistas. 
Están los que sin proponérselo manifiestan en su obra ideas o símbolos que sirven a la lectura ritual o antropológica y también los religiosos que se dedican a una carrera artística y hacen arte ritual.
Dany Barreto, Marcelo Bordese, Nora Correas, Angela López Ruiz, Diego Perrotta, Nico Sara, Guillermo Srodek Hart, Melina Scumburdis, Gustavo Tabares, Anabel Vanoni, Margaret Whyte y Guillermo Zabaleta son los expositores de esta muestra.
Es en esta diversidad que Batalla proyecta una idea de mezcla, variación y creatividad implícitas en las estéticas de Exú y Pomba Gira.
El curador incluyó en esta muestra una obra de León Ferrari, parte de una serie de explícita crítica al cristianismo que provocó gran polémica hace unos años cuando se exhibió en el centro cultural Recoleta.
Para esto Ferrari usó estatuas de Exú compradas en santerías a modo de representaciones del diablo y evidenció así el fenómeno del sincretismo, en este caso: muchas de las entidades a las que se rinde culto en el africanismo tienen un correlato en el panteón cristiano.
¿Cuál es el de Exú? El demonio: sus estatuas tienen forma de demonios y por eso cuando quise antologizar a quiénes trataron la iconografía de Exú en el Río de la Plata, Ferrari resultó ineludible a partir de la presentación que años atrás hizo en el centro cultural de España.
El afroumbandismo ya no refiere a lo afro en un sentido racial o genético sino que señala la pregnancia de una cultura incorporada al tronco de la cultura rioplatense que prodiga generosos frutos. 
En el centro cultural Rojas, Corrientes 2038.

lunes, 24 de agosto de 2009

Ñ REVISTA - Clarin
11.04.2008 | ARTE
Por: Guido Carelli Lynch

El arte contemporáneo y la antropología posan sus ojos en las creencias afrobrasileñas
17:20 | El último martes en el Centro C. Rojas tuvo lugar la primera fase de Dueños de la encrucijada, un proyecto integral dedicado al análisis artístico y antropológico de los ritos religiosos afrobrasileños, que cada vez ganan más adeptos en las dos orillas del Río de la Plata. Incluye un libro, dos presentaciones y una muestra en Montevideo y Buenos Aires.
"El proyecto sirve para desasnar un poco a la gente y romper la hipocresía, porque los que van a consultar a los templos son católicos. Vienen artistas camuflados, que van con pañuelos y dejan los autos lejos a cinco cuadras. Yo he recibido a presidentes y ministros, muy adeptos a las ciencias ocultas. No, este Presidente, no, López Rega, tampoco, pero él sí participó en un templo de Porto Alegre". El que habla y se define como "una entidad de bien público" es Jesús Alberto Tata, más conocido como el Pai Alberto Miguel de Oxalá, líder espiritual del templo Kimbanda de Caseros.

Su camisa turquesa brilla más que algunos de sus anillos dorados, pero no disimula el orgullo que le provoca que su altar a Pompa Gira ilustre la tapa de Dueños de la Encrucijada. Estéticas de Exú y Pompa Gira en el Río de la Plata.

Los responsables del proyecto, Juan Batalla y Dany Barreto son fotógrafos y artistas contemporáneos que, a través de la colección Arte Brujo, posaron sus ojos sobre un fenómeno invisibilizado, pero imposible de negar: el culto a dos deidades ancestrales que llegaron a América con los esclavos africanos y que desde mediados de la década del 60 fueron reintroducidas en el Río de la Plata vía Brasil.

El proyecto que buscaba retratar la vinculación entre arte contemporáneo y ritual creció cuando Batalla le presentó su idea a Máximo Jacoby, director de Artes Visuales del Centro C. Rojas. El funcionario y curador aceptó coproducir Dueños de la Encrucijada, junto al Museo Juan M. Blanes de Montevideo, si se le permitía sumar a otros profesionales al emprendimiento.

Así, entre otros, se sumó el equipo de investigación liderado por el etnógrafo y antropólogo Alejandro Frigerio, un especialista en la materia. "La Kimbanda me encanta, porque es una celebración de la vida maravillosa. El libro da cuenta de eso y de cómo la experiencia religiosa y artística están relacionadas. El arte religioso es para los sectores medios y medios bajos la forma de acceder al arte. Uno va a cualquier templo y se sorprende haciendo apreciaciones estéticas, juzgando si el altar está bien decorado, si es lindo...La apreciación estética es muy importante, porque todo está hecho para agradar a los dioses. En la Kimbanda lo bueno, lo bello y lo correcto están entrelazados", explicó Frigerio durante la presentación del libro.

Además, se sumaron el fotógrafo argentino radicado en Boston Guillermo Srodek Hart, la profesora en letras de la UBA Amalia Sato, el sociólogo brasileño Reginaldo Prandi y los sacerdotes africanistas uruguayos Milton Acosta y Susana Andrade.

"Dueños de la encrucijada es una forma de empezar a tomar las creencias afroamericanas como parte del patrimonio cultural de la humanidad. Es muy fácil tomar esa actitud con las hindúes, la tibetana, pero por alguna razón las africanas son siempre dejadas de lado", subraya Frigerio.


Exú y Pompa Gira

La Kimbanda, desprendimiento o "la izquierda" de la Umbanda, rinde particular culto a dos deidades ancestrales pero corruptas y antes peligrosas como Exú y su homóloga femenina Pompa Gira. Sin embargo, el sincretismo con la religión católica, el culto a los santos y –en menor medida- a los rituales de los indígenas brasileños terminó por convertir y "domesticar" a ambos espíritus.

"Exú es nuevo para el Río de la Plata. Tiene más contacto con el hombre en el plano terrenal. Es el elegbé, que en yoruba quiere decir el amigo, el compañero, el que siempre te acompaña", explica Guillermo Zabaleta, artista visual uruguayo y fiel activco de la Kimbanda, que participó del proyecto y viajó especialmente a Buenos Aires para realizar su performance "Elegbé" dentro de la primera fase de Dueños.

Pompa Gira, es su análoga femenina, un espíritu que en vida fue prostituta, o debió afrontar un derrotero muy lejano a la vida sancta de las mujeres cristianas. Exú y Pompa Gira entienden lo difícil que es la vida terrenal y están dispuestos a interceder por los fieles, siempre y cuando, claro haya un regalo para ellos.

El sonido del tambor es una llamada a los espíritus ancestrales mucho más festiva que las invocaciones de otras creencias. "Más que una ceremonia católica parece un espectáculo. Una vez un Pai nos dijo que tenía que dar un muy buen espectáculo para sus devotos. Era muy teatral, pero era consciente de que el vestuario, la luz y el teatro tenían que coordinarse", recuerda el fotógrafo Barreto.

Ángela López Ruiz es otra artista contemporánea uruguaya que participó de esta presentación verdaderamente multimedia con su videoperformance. Esta Mai de santo, que además es miembro activo de la prestigiosa Fundación de Arte Contemporáneo (FAC) de Uruguay, busca comunicar "la enseñanza" que experimenta en cada trance, razón por la que diferencia su estética y la finalidad de sus obras con las del arte sacro de los cristianos.

Tanto es el material reunido, los artistas y los profesionales que confluyeron en Dueños de la Encrucijada, que todavía resta una presentación en la Fundación Centro de Estudios Brasileiros (FUNCEB) y una muestra de fotografías en el Centro Cultural Recoleta, en octubre, y una similar, un mes después, en el Museo Juan M . Blanes, en Montevideo.

Para Jacoby, la idea de Barreto y Batalla es un testimonio de los caminos sinuosos, pero más comprometidos y sociales que empieza a desandar las artes visuales en la actualidad. "El arte contemporáneo en el siglo XX sólo reflexionó sobre su propia ontología, ensanchó sus límites, pero mirando siempre su ombligo. Este proyecto encontró la manera de reflexionar sobre cuestiones sociales, sobre movidas que están sucediendo ahora, acá, a 20 kilómetros y ayudan al medio del arte y al público específico y ajeno de estas religiones a comprenderlas mejor", termina. Pero Dueños de la encrucijada recién acaba de dar su primer paso.

http://www.clarin.com/notas/2008/04/11/01648932.html

domingo, 16 de agosto de 2009

La Diaria (Uruguay), Dueños en el Blanes

LA DIARIA - Montevideo 20-5-09
cultura -artes visuales

La tremenda fascinación del sincretismo

Lo que Rudolf Otto sistematizó en un cardinal libro de 1936, Lo sagrado, ya lo había intuido Michel de Montaigne en sus Ensayos casi 400 años antes: “los hombres creen en lo que menos entienden”. Para Otto una religión alcanza el pleno éxito cuando está basada en un misterio inaudito que aguijonea despabiladamente el lado irracional del individuo. Pero ese misterio tiene que ser “bipolar”, o sea un mysterium a la vez tremendum (aterrador) y fascinans (fascinante): de hecho, la hodierna (actual) lejanía -física y cultural- que nos separa de las religiones africanas magnifica aun más su enigma favoreciendo una recepción al mismo tiempo miedosa y (aparentemente) irresistible.
Sobre la introyección de los elementos y “personajes” espirituales de África en los países americanos fueron escritas bibliotecas en todos los rubros, desde la antropología a la literatura, en algunos casos hasta llegar al mainstream (como el
acervo de voodoo hollywoodiano de la New Orleans pre Katrina), y es obvio que el arte también se alimente de ella. La muestra
Dueños de la encrucijada, hasta mañana todavía en el Blanes, es un viaje a través de obras visuales inspiradas en las encarnaciones/reelaboraciones rioplatenses de rituales africanos, concentrados en los dos dioses que más “hechizaron”
a argentinos y uruguayos, sobre todo, como explica Alejandro Frigerio en el catálogo, a aquellos en condiciones sociales
difíciles: Exú (una especie de diablo) y Pomba Gira (básicamente su contraparte femenina).
El esqueleto de la exposición son las fotos, de diferentes altares encontrados en Montevideo y Buenos Aires, sacadas por Guillermo Srodek Hart. En ellos, más allá de las figuras en yeso o madera de las divinidades mencionadas (algunas también presentes en el museo) se puede encontrar literalmente de todo. El sincretismo es total: cualquier ofrenda es admitida y la entrada en juego de productos de consumo con marcas y específicas características industriales (principalmente licores
y cigarrillos) nos catapulta en un culto definitivamente instalado en época tardocapitalista. Al lado de imágenes clásicas de
la religión cristiana, de botellas y copas vacías y llenas, se amontonan velas, alhajas, flores, frutas, muñecas, sombreros, abanicos, calaveras. Visualmente, representando universos de objetos usualmente ajenos entre sí, las fotos resultan
de lo más llamativo de la exhibición y enmarcan bien a las demás obras de artistas de ambas orillas llamados a meditar sobre el tema. En ésas prevalece -casi forzosamente dado el trato demoníaco del asunto (aunque, nos explica Frigerio, de un demoníaco “bueno”)- el rojo. Rojos son los tres paneles sencillos con símbolos colgados del techo de Guillermo Zabaleta, rojos los cuernos de la eficaz imagen-señal de Nico Sara y roja la carpa que repara a una especie de cordero negro en la escultura para-kitsch de Dany Barreto, solución que no puede sorprender, porque las fuentes iconográficas de estos cultos se basan en una acumulación de estímulos visuales (por ejemplo la Pomba Gira recalcada sobre la Venus de Botticelli o la presencia de cuerpos de mujeres en poses pin-up) extrapolados de otros contextos y re-significados, que Hermann Broch o Clement
Greenberg hubieran sin duda definido como kitsch. Los videos de Anabel Vanoni y Ángela López Ruiz proponen lecturas de los rituales kimbanda (los más frecuentes del Río de la Plata) entre teatro y trance, mientras que la confección en clave soft (tela rellena) de las llaves alegóricas de todas formas y tamaños por mano de Melina Scumburdis convence por lo anti-convencional del material empleado. Convencen también los genitales zoomorfos del cuadro de Marcelo Bordese, que capturan finamente la fuerte carga sexual de esta religión.
El resultado final, y con mayor razón si es acompañado con el libro/catálogo, resulta extremadamente estimulante, tanto a
nivel sociológico como artístico. Un poco extraña la falta total de reescrituras críticas o por los menos satíricas del culto (quizá
con las tímidas excepciones de la gran puerta decorada con cuernos, esqueletitos y diablo de Gustavo Tabares y la esquematización de la divinidad en estilo graffiti de Diego Perrotta): mientras que a nivel internacional los artistas suelen cuestionar las religiones (si bien casi exclusivamente las “oficiales”), a veces hiriendo a los creyentes pero también abriéndoles los ojos, acá nadie intenta ese camino. El mismo León Ferrari, quizá el artista a nivel mundial que en su larga carrera más ha fustigado el catolicismo, se limita aquí, en una sorprendente obra, a enjaular una mesnada de vírgenes, Jesús y santos, dejando afuera -vigilantes- a cuatro cuidadosos Exú. ■

Riccardo Boglione

sábado, 15 de agosto de 2009

Diario Crítica, Dueños en el Blanes

DIARIO CRÍTICA DE LA ARGENTINA - 8/5/09

Extraños seres del otro lado del río

por Maximo Jacoby

Es general, el frenético ritmo de lo cotidiano marca el tiempo: las ocupaciones y conflictos sumados a los pequeños lugares restantes para el ocio favorecen la naturalización de ciertos fenómenos sociales y el ocultamiento de otros mediante la indiferencia. Reconocemos los rituales dominicales de la misa cristiana, el sabbath judío, los recorridos puerta a puerta de los evangelistas, pero desconocemos la coexistencia de ritos y creencias diferentes a sólo 15 minutos de nuestro hogar, donde por ejemplo se les rinde culto a las entidades espirituales como Exú y Pomba Gira, macho y mujer respectivamente. Estas deidades arribaron al Río de la Plata con los esclavos africanos y por medio del sincretismo se los identificó con la figura católica del diablo. Se pueden encontrar figuras en las santerías de Once, junto a Cristos, Gauchitos Gil y otros, y movilizan un caudal de gente que comparte un círculo de creencia particular y alternativo, mucho más complejo que el estereotipo de Perdita Durango. Hace varios años, Juan Batalla y Dany Barreto decidieron adentrarse en este fenómeno, que evidencia un sistema personal de apropiación de imágenes fusionado en un lenguaje estético propio. Así nació Dueños de la encrucijada, un proyecto interdisciplinario, que comenzó con el libro editado por la colección Arte Brujo en 2008 y ahora presenta una muestra sobre las dos orillas del río junto a artistas de ambas orillas. Primero en Montevideo y luego en Buenos Aires, se presentan obras en diferentes soportes que el curador Batalla identificó como visiones y reflexiones sobre estos cultos y su desarrollo.

Fotografías de Guillermo Srodek Hart de altares de diferentes templos muestran variantes en las elecciones estéticas de la liturgia específica y no una representación escenográfica. Esculturas junto a figuras anónimas de las deidades ubican la muestra entre el arte contemporáneo y el religioso o etnográfico, que nutre el proyecto de belleza, densidad de contenidos y dinamismo. Sugerentes instalaciones como la de Barreto son su Exú, la murciélaga o Ángela López Ruiz, un círculo ritual de pétalos y azúcar sobre el suelo, se intercalan con una estatuilla de Pomba Gira caracterizada como una venus de Botticelli completamente roja. Un puente abierto para una sociedad plagada de temores ante lo desconocido y que no osa hacer sus elecciones. Completan la muestra Guillermo Zabaleta, Anabel Vanoni, Melina Scumburdis, Gustavo Tabares, Nico Sara, Marcelo Bordese, León Ferrari, Diego Perrota y Margaret Whyte.

miércoles, 12 de agosto de 2009

La Nación, presentación de Dueños

Vida cultural
Brasil vibrará en Buenos Aires
Por Susana Reinoso
Noticias de Cultura: anterior | siguiente Jueves 20 de marzo de 2008 | Publicado en edición impresa


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Que Rubem Fonseca llegue a Buenos Aires para la próxima Feria Internacional del Libro, por inaugurarse el 24 de abril, constituye una excelente noticia. Hombre sencillo de pocas palabras, "alérgico" a la prensa y cuya literatura es admirada más allá de las fronteras de su lengua portuguesa, Fonseca es uno de los protagonistas de un programa más amplio que la embajada de Brasil en Buenos Aires y la Fundación Centro de Estudios Brasileños (Funceb) desarrollarán este año. En mayo próximo, uno de los ejes de la participación brasileña en la feria será la comparación entre dos próceres del olimpo literario iberoamericano: Borges y Machado de Assis. Machado es un renovador de la narrativa en lengua portuguesa y también uno de los grandes olvidados. Este año, con motivo de cumplirse el centenario de su muerte, se realizará, en la Casa de las Américas de Cuba, un congreso internacional como homenaje. La delegación brasileña se completará con editores y poetas, cuya obra está en ascenso en el mundo literario del vecino país.
* * *
Pero el plato fuerte de Brasil en Buenos Aires comenzará un día después de la inauguración de la muestra de libros. Merced a un acuerdo entre la Funceb y la Universidad de San Andrés, este otoño marcará el debut de un posgrado en cultura brasileña por dictarse en ambas instituciones. La casa de estudios presenta la propuesta académica casi al ritmo brasileño: "Si la bossa nova pudo ser pensada como promesa de felicidad y el tropicalismo como descenso a los infiernos es porque esas músicas exhiben algo más que un estilo musical o una forma de cantar: ambas hablan de la manera en la que en Brasil distintas manifestaciones culturales tienden a condensar la textura de lo real y de lo imaginario". Según Florencia Garramuño, que, por la universidad, será una de las profesoras del posgrado, el objetivo del diplomado será comprender la urdimbre de las distintas expresiones artísticas y culturales que componen ese mosaico de fusiones que se conoce como "cultura brasileña". El diplomado recorre la cultura en la periferia urbana, las poblaciones del Amazonas, la literatura y la música, las fiestas populares, el cine, las artes visuales y la religión, con su notable cruce de rituales y estéticas artísticas, revela Camila do Valle, directora de la Funceb.
Un testimonio de ese cruce será presentado en el Centro Cultural Rojas el 8 de abril próximo. Dueños de la encrucijada (Arte Brujo) es el título del libro de los artistas Juan Batalla y Dany Barreto, donde el arte y la antropología entretejen una impactante simbología de raíz africana que goza de excelente salud como una subcultura rioplatense, en las orillas del mainstream . Una expresión artístico-religiosa de esa influencia africana es el culto kimbanda, llegado de Brasil y resignificado en el Uruguay, con la adoración de orixás, deidades propias del norte brasileño, inusuales en nuestra geografía. A contrario de lo que pueda suponerse, las calles porteñas acogen a más de 3000 templos del culto kimbanda. La investigación de Batalla y Barreto abre una vertiente fascinante sobre la estética religiosa de esos templos, algunos de los cuales eligen el arte figurativo y otros, el abstracto. "Frente al empobrecimiento de otras religiones -observan Barreto y Batalla-, surge un crecimiento de estos cultos de raíz afrobrasileña. En estos templos, ves arte todo el tiempo: las coreografías, las danzas, los altares, la música, la comida e, incluso, las palabras en portugués, guaraní y yorubá [lengua africana]."
Ese espectáculo artístico-religioso puede tener lugar exactamente ahora en cualquier barrio de Buenos Aires. Dicen los autores que cada día es menos excepcional encontrar un templo donde un promedio de 100 personas expresen, por ejemplo, su gratitud y adoración a Iemanjá, la bella orixá del mar.
sreinoso@lanacion.com.ar

lunes, 10 de agosto de 2009

sábado, 8 de agosto de 2009

Musée du Quai Branly - Salvavidas

Nota en la revista del museo, con imágenes de Salvavidas ilustrándola:
http://www.quaibranly.fr/es/actualites/ediciones-del-museo/edicion-cientifica/gradhiva/gradhiva-numeros-publicados/gradhiva-n7.html